Elena Peláez (Palencia, 1994) es una de esas heroínas anónimas que día a día luchan por salvar vidas. En su caso, desde los primeros instantes: es matrona en el Hospital Río Carrión. Si ya de por sí esta es una profesión no apta para cualquiera, que lo compagine con el fútbol desde un lado muy ingrato como es el arbitraje en la máxima categoría del fútbol femenino, la Primera Iberdrola, habla mucho del carácter luchador y optimista de esta mujer.
Su día a día fuera de los terrenos de juego está entre batas, guantes y llantos de recién nacido, ahora con mucha más precaución debido al coronavirus, que aunque no le toca directamente, sí ha sentido de cerca cómo ahora el cariño de la gente hacia los sanitarios les toca algo más.